miércoles, 19 de noviembre de 2008

-De repente-



-De repente-

De repente.
Tú lo haces todo así.
Estás llena
de tu propio dolor
y te compones de la sola palabra
adiós en todas sus partes.

Y te vas, millas adelante,
corriendo desmelenada
a los sueños donde voy,
más lejos,
soñándote.

Ven aquí o parte o déjame
tan sólo ese beso helado y
poligonal de tu despedida;
muelles atrás y al frente,
porque tú no sabes
ser
sino una isla.

1 comentario:

Guillermo dijo...

Muchas gracias, Angel, ami también me gustam esas lineas.

Me gusta también tu mujer isla intencionada. No saber ser otra cosa puede ser un acto de grandeza.


Un saludo,

Guillermo